Resistencia a los Antibióticos: cómo evitarla

Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. Esta resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos.

Las bacterias, y no los seres humanos ni los animales, son las que se vuelven resistentes a los antibióticos. Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones en el ser humano y en los animales y esas infecciones son más difíciles de tratar que las no resistentes.

La resistencia a los antibióticos hace que se dificulte el tratamiento de algunas patologías que requieren, muchas veces, la producción de un nuevo fármaco para su combate.

Consejos:
– Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional médico.
– No pedir antibióticos si los profesionales dicen que no son necesarios.
– Seguir siempre las instrucciones de los profesionales con respecto al uso de los antibióticos.
– No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otras personas.
– Prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.